19 diciembre 2006

MASAJE METAMORFICO ¿POR DONDE EMPEZAR?



POR DONDE EMPEZAR




Las normas dicen que el masaje se debe empezar por el pie o la mano derecha ya que este lado representa lo que el paciente está haciendo en la vida en el momento presente .
En técnica metamórfica, el lado izquierdo expresa los esquemas latentes, existentes desde el momento de la concepción y que pueden ser puestos en marcha a través del amasamiento.
LOS PIES
Sentado cómodamente en una cama o sofá, se pone el pie del paciente sobre las rodillas. El pie se toma con ambas manos dejándolas reposar un corto rato para ir tomando contacto y concentrase en el proceso. Luego se inicia el masaje tomando el pie entre las manos y acariciando con firmeza desde los dedos al tobillo. No importa si está frío, húmedo o seco porque no se trata de hacer un diagnóstico sino de integrarse en su sistema psicofísico.
El masaje propiamente dicho empieza con el frotamiento de los pulgares a lo largo de los puntos de reflexoterapia correspondientes a la columna vertebral, es decir, a lo largo del borde interno del pie desde la base del dedo gordo hasta el talón. Este masaje puede hacerse con más o menos fuerza, amasando, acariciando y presionando toda la zona en forma suave pero firme, un poco al aire de cada uno. Una zona importante y que requiere atención y dedicación es la cara exterior del dedo gordo, sobre todo a nivel de las esquinas superior e inferior de la uña, que corresponden a la glándula pineal (epífisis) y a la glándula pituitaria (hipófisis). También es conveniente trabajar la parte alta del talón donde se inserta el tendón de Aquiles que, para la técnica metamórfica, representa el punto reflejo del nacimiento.
LAS MANOS
La técnica es parecida. Se inicia sujetando firmemente con las dos del practicante la mano derecha del paciente. Luego se va masajeando desde el extremo del pulgar hasta la muñeca, pasando después por el dorso de la misma y amasando y presionando palma y dorso para volver al dedo gordo y la cara correspondiente de la muñeca.

Este masaje dura de diez minutos a un cuarto de hora en cada mano, pudiendo alternarse ambas manos durante la sesión.
LA CABEZA
Con el paciente cómodamente sentado en una silla, el practicante se coloca detrás de pie y coge con ambas manos la cabeza. El masaje se inicia de arriba abajo, desde la coronilla a la nuca, siguiendo la línea central y utilizando una mano mientras la otra descansa suavemente sobre la frente para sujetar la cabeza y evitar tensiones musculares por parte del paciente. El masaje puede hacerse con presiones más o menos fuertes con las puntas de los dedos, levantándolos entre punto y punto para no dar tirones de pelo.
Puede darse también durante unos diez minutos y dejar luego al paciente que disfrute de la sensación de bienestar y relajación que produce este tipo de terapia. La Técnica Metamórfica -independientemente de su contenido filosófico- es uno de los sistemas más cómodos y sencillos para conseguir un alto grado de bienestar .